Cuanto antes, mejor. Si ya tienes la fecha del evento, lo ideal es reservar con varios meses de antelación, sobre todo si se trata de una boda o si es temporada alta. Aun así, no dudes en escribirme aunque sea con poco margen: si tengo disponibilidad, estaré encantado de acompañarte.

Sí, yo me encargo de todo lo técnico. Llevo mi propio equipo de sonido, luces e incluso proyector o pantalla si también quieres visuales. Solo necesito saber cómo es el espacio y contar con una toma de corriente. El resto va por mi cuenta.

Por supuesto. Me gusta crear una selección musical completamente personalizada, basada en tus gustos, el tipo de evento y el perfil del público. También puedes indicarme canciones especiales que no pueden faltar… y las que prefieres evitar.

Trabajo una variedad bastante amplia: pop, rock, indie, electrónica, música latina, clásicos de los 70, 80, 90, folk, chill-out, jazz… Cada evento tiene su propio pulso, y yo me adapto a él. Lo importante es que la música conecte con el momento y con las personas.

Además de DJ, también soy Videojockey (VJ), lo que significa que puedo acompañar la música con visuales en directo: animaciones, efectos, imágenes, vídeos o proyecciones personalizadas que hacen que la experiencia sea aún más envolvente. Es un servicio que da mucho juego, sobre todo en bodas modernas y eventos corporativos.